martes, 17 de marzo de 2015




Si bien algunos pensamos que Dios nos ha abandonado y que se nos ha olvidado, déjame decirte amigo que no es así, Dios vive en cada uno de nosotros y somos imagen y semejanza de él, a pesar de que a veces no queramos oírlo y buscar de él, Jesús siempre esta allí para estar con nosotros y decirnos que nos ama... Dios es amor y vida, como dice en su palabra Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.








¿QUIÉN ES JESÚS?
La fe cristiana no consiste en aceptar un conjunto de verdades teóricas sino en aceptar a Jesús de Nazaret, creerle a Cristo y descubrir en él la última verdad desde la cual podemos iluminar nuestra vida, interpretar la historia del hombre y dar sentido último a esa búsqueda de liberación que mueve a toda la humanidad. El cristiano es, por tanto, un hombre que en medio de las diferentes ideologías e interpretaciones de la vida, busca en Jesucristo el sentido último de la existencia: Jesucristo es quien satisface sus más profundos deseos de realización y felicidad. Esta es la buena noticia.
La originalidad de la fe nace del encuentro con una persona: Jesús, el Señor. Él es el centro unificador y totalizador. La fe cristiana supone una adhesión explícita a la persona de Jesús, un seguimiento de su persona y evangelio. Pero, ¿qué o quién se esconde detrás de este nombre? ¿Qué Cristo? Cada uno de nosotros, cuando hablamos o pensamos en Jesús, nos lo imaginamos de una forma relativamente concreta, dependiendo de la información que de él hemos recibido en nuestro ambiente y dependiendo también de nuestra manera de ser.
Jesús no mandó a escribir nada, sino que mandó a predicar y anunciar las  buenas noticias de su muerte y resurrección: se hizo hombre como nosotros, amigo de todos, para conducir a todos por el camino de la vida y mostrar a todos el sentido verdadero de la vida humana que vivimos. Era esto lo que los apóstoles predicaban y anunciaban a todo el mundo: Cristo está vivo en medio de nosotros para ayudarnos en el descubrimiento de un sentido para nuestra vida. Con esta predicación, que comenzó en Pentecostés, muchas personas comenzaron a vivir en el amor, e iban surgiendo comunidades que se llamaban cristianos (Hechos 11:26), porque creían en Cristo.
“Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo” (Apocalipsis. 3:20).

jueves, 5 de marzo de 2015

 

EL MENSAJE DE JESÚS

En resumen, Jesús es un ser supremo enviado en forma de  hombre por Dios padre para limpiar al mundo de su pecado. ¿Pero cuál es el mensaje que deja Jesús para cada persona?
Porque yo no hablo por mi propia cuenta; el Padre que me envió me encargó lo que debo decir y cómo decirlo. Por mi padre yo sé que su mensaje es vida eterna. Por eso tengo que hablar y lo enseño tal como me to dijo mi Padre" (Juan 12: 4950)

Un mensaje de amor

Los apóstoles, después de haber convivido con Cristo, después de haberlo oído, haberlo visto actuar, después de su muerte y resurrección, entendieron el mensaje, la Buena Noticia que fue Jesús y toda la vida de Jesús, que Dios es fiel a su amor a los hombres en la vida y más allá de la muerte.
La gran revelación que Jesús nos hace, el gran mensaje de Jesucristo es que Dios nos ama.
"Tanto amó al mundo, que le dio a su Hijo único, para que el mundo se salve por El" (Jn 3:1617).

DIOS ES NUESTRO PADRE
Dios es nuestro Padre, el cual es responsable y bueno, que nos ama con el cariño y preocupación de un verdadero Padre:
"Anda a decirles a mis hermanos (que son los apóstoles, que somos todos los cristianos) que subo donde mi Padre, que es el Padre de ustedes, donde mi Dios, que es el Dios de ustedes" (Jn 20, 17) (Ver también: Mt. 23,9; 5, 48; 1 Jn 3,1; Jn 1,12; Rm 8, 1416).

"todos ustedes son hermanos" (Mateo 23:8).
La paternidad de Dios se hace veraz y efectiva en nuestra vida cuando a todo hombre le damos un trato de hermano. No acepto a Dios como Padre si al mismo tiempo no acepto que todo hombre es mi hermano.

Según Jesús, no soy cristiano, no vivo como hijo de Dios por más que rinda respeto y amor a Dios, si ese amor y respeto a Dios no es al mismo tiempo respeto y amor al hombre.
No puedo tener a Dios como amigo y al hombre como enemigo.

Un sólo Amor

Jesús nos repite una y otra vez, de diversas formas, que coinciden y aun se identifican el amor a Dios con el amor al prójimo (prójimo: aquel a quien tengo que aproximarme porque necesita de mí en la vida: compruébalo" (Lucas 10, 2537).

 Semejanza entre el amor a Dios y el Amor al prójimo

"Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu espíritu. Este es el más grande y primer Mandamiento. El segundo es SEMEJANTE al primero: Amarás a tu prójimo como a ti mismo" (Mt 22, 3740).

SON INSEPARABLES: de modo que sólo es posible amar a Dios, si amamos también a los hombres. Para Jesús, el amor a Dios y el amor al prójimo son inseparables, constituyen un solo mandamiento principal del que dependen todos los demás
"El que dice: 'Yo amo a Dios', y odia a su hermano, es un mentiroso.